jueves, 31 de octubre de 2013

Veinte + Tres

La sensacion de perdida carcome mi alma. Un dolor tan inexplicable, un resultado que poco a poco agrieta la esperanza albergada...
Lo buenos recuerdos se tornan inalcanzables y lentamente siento el frio hacia el sur correr pir mi vertebras.
Un susurro - rs momento de partir... -

martes, 16 de julio de 2013

Cuento



Era una de esas noches, aquellas dónde sin motivo aparente despiertas de golpe de un plácido sueño. Recuerdo que intentaba cerrar los ojos y quedar dormido, pero no lo conseguía. Algo llamó mi atención y empecé a observar la ventana de mi alcoba y note un puntito brillante danzando de un lado al otro, revoloteaba como las mariposas en primavera. Mi curiosidad creció y me encontré abriendo la ventana, esta lucecita revoltosa, ahora en mi habitación, se volvía cada vez más brillante hasta que se posó en mi cama. Me arrodillé para verla de cerca, y vi que no era una simple luz, era un hada. Ella reía – Soy Aluna  y tú eres Francisco – dijo mientras sonreía. Yo le pregunte cómo era que sabía mi nombre. Me contó que ella venía del mundo de los sueños para ayudarme a dormir y que con su varita podría enseñarme un poco de esa magia con la condición de que intentase dormir. Yo asentí, y rápidamente me metí a la cama. – ¿Aluna? – ¿Si? – no sé cómo quedarme dormido – cierra tus ojos, yo te ayudaré – Cerré los ojos y  Aluna empezó a tararear una melodía bastante dulce y relajante, mientras estaba sentada a mi lado en mi almohada.

Desperté al lado de un enorme Dragón rojo, el Dragón dormía. Por algún motivo no sentía miedo a pesar de que era grande, muy grande. No tuve mejor idea que tomar un palito que había dentro de la cueva y meterlo en su nariz. El enorme dragón estornudo, abrió los ojos y empezó a reír, yo con cara de sorpresa le pregunte qué ocurría – tienes una antorcha en la mano, creo no te ha dado cuenta de ello pequeño – mire el palo de madera que había tomado y estaba en llamas, lo deje caer al suelo. El río y pregunto – ¿qué hace un pequeño como tu en mi casa?, no es común que un dragón como yo reciba visitas – yo, yo no lo sé. A… Aluna me dijo que… - Así que esto es obra de Aluna...- El dragón estaba pensativo, hasta que de pronto se levanta veloz mente, da una vuelta a mi alrededor con su gigantesco cuerpo – ¡Tú eres francisco, el que nos ayudará a vencer al enemigo! – ¿Si? – ¡Sí! Vamos, es momento de ir al bosque, sube a mi lomo - ¿Cómo?¿que suba a tu lomo? Pero no me voy a quemar si subo a tu lomo? – el dragón rió – venga, sólo quema si yo quiero que queme. Por cierto, mi nombre es Damián – Qué conveniente para un dragón – vamos, no te burles, tú te llamas Francisco…no es muy amigable…

Mientras Volaba en el lomo de Damián por encima del bosque pude ver a lo lejos un gran Castillo, encima de una montaña, le pregunte al dragón si iríamos ahí. Él dijo, que sí, pero que primero teníamos que encontrar a Aluna pues ella guardaba la corona que era necesaria para romper el Hechizo que una bruja había puesto para evitar acercarse a un tesoro.

Volamos por horas, y apesar de ello el tiempo parecía no sentirse. De pronto, escucho risitas y trataba de buscar de dónde venían, pero no las encontraba – Aluna, deja de martirizar al niño, aparece de una vez – dijo Damián entre risas, y de pronto una pequeña luz se posa en mi nariz. – fuimos bajando al bosque, mientras Aluna saltaba de un lado al otro y aplaudía como niña entusiasmada. Entramos por un laberinto de arbustos, Damián prefirió quedarse dando vueltas, mientras hacía guardia. Yo corría detrás de Aluna – espérame, no vayas tan rápido – Aluna, de pronto desapareció de mi vista. Seguí andando, esta vez no tan rápido, parecía que el cielo se nublaba y los sonidos del bosque se escuchaba más cerca. Decidí recostarme en un pilar que sostenía una pequeña estatua de mármol. De pronto la tierra empezó a moverse y el laberinto en el que estaba se empezó a convertir en un enorme salón. Mientras los arbustos iban desapareciendo, pude ver que a un lado, en un rincón oscuro había un pequeño bulto. Me dirigía hacia el bulto oscuro, y de pronto – ¡oh! Lo descubriste, sabia eras tú el indicado – Aluna lloriqueaba de alegría - ¿qué esperas? Mira lo que hay ahí -  caminé y una vez parado al frente tome la manta que cubría el bulto cerré los ojos y jalé. Por un momento no podía ver, había mucho polvo. Miré a Aluna, ella estaba boquiabierta, dirigí mi mirada hacia su línea y había un enorme baúl, un tesoro. – ¿Aluna, estas bien? – eh, eh, sí… es sólo que… - ¿es sólo…? – ¡Ábrelo Cisco! ¡qué esperas! – Abrí el enorme cofre para ver que tesoro guardaba. – ¿Qué hay? Dime, dime, dime… - eh… ¿Aluna? – ¡Francisco, dime que hay dentro! – Aluna, esto… está vacío. – Aluna parecía una pequeña pluma cayendo del cielo, hasta que tocó el suelo y salió disparada. Yo la llamaba, pero ella simplemente se esfumó.

Sentí una gruesa voz, voltee y era Damián, fui corriendo y lo abrace – oh niño, por favor tanto afecto creara que mis fans dejen de tenerme miedo – Damian, encontré esto y Aluna desapareció – Aluna, esta un poco retrasada, intente ayudarla pero ella suele ser un poco autosuficiente – Aluna estaba intentando volar mientras cargaba una pesada corona de oro, parecía no estar pasándola un poco mal, y a pesar de nuestros intentos por ayudarla ella seguía negándose. Finalmente, Aluna dejó caer la corona bastante cerca a mi cabeza

lunes, 10 de diciembre de 2012

ella

“Ella camina por la calle quiere un nuevo empezar, el sol la ofusca, intenta relajar la furia que tiene dentro. Mientras va caminando por la ruta de todos los días, camina rápido pero sin prisa. De pronto logra relajarse, se ve de lejos, su andar ha cambiado, se le ve despreocupada, relajada, sintiendo cada paso que da y una música entusiasta. Avanza, ahora, libre de problemas libre de pesos, sintiéndose la mujer que siempre ha querido ser. No importa el tráfico, no importa la velocidad, no importa el tiempo, solo se siente paz. Y es que imposible no verla, no seguirla, con ese andar tan desprotegido mientras sus caderas se menean de un lado al otro, su espalda derecha dejando notar la hermosa quebrada que aterriza finamente en su derrier. Ella es aquella mujer a la que deseo con ferviente locura, esa mujer que alguna vez fue mía, y deje marchitar por absurdas preocupaciones. Que supo alejarse de mí en el momento preciso, como para volverse una tortura el verla en el lugar que sea, a la hora que sea, y más si esta con un hombre al lado, se volvió un gran tormento sin hacer más que sólo eso, alejarse...” 

domingo, 25 de noviembre de 2012

Veinte + dos

Un momento de locura q atraviesa con corazones distraídos y gotas de melancolía, una pequeña nostalgia de sensaciones, de sentimientos, de aquella revolución extraña en el vientre. Tus millones de palabras...tus millones de deseos y aquella sonrisa q aumenta la dicha....




Te extraño, te quiero a mi lado

viernes, 12 de octubre de 2012

XX!

Un grito de desesperación  de ya no saber por dónde empezar. Un grito desgarrador de locura, mezclado con una fiebre corporal incomprensible. Un aullido que va corriendo por cada cuerda generando vibraciones incoherente con sonido de pasión  Un pensamiento atafagado de exaltación y sensaciones; causados por ese ingenuo roce en mi piel, tan firme, tan dulce, tan... glorioso, ...Tan tuyo

sábado, 15 de septiembre de 2012


No sé cuándo ni en qué momento, pero ocurrió ese destello de emoción, de intriga. Esa sensación de una pequeña revolución en mi estómago y un nudo en la garganta al verlo El desear  verlo, y al estar a su lado querer huir de sus brazos.
No sé cuándo ocurrió, no sé cómo surgió, pero sé que no quiero sentirlo si no estás. Aferrarme a esto es una locura, y es que por jugar con fuego siento este corre por dentro....

sábado, 21 de julio de 2012

Elixir (I)

La absurda noticia de pasar un día más sedienta de pecado.

Del pecado lujurioso, dónde cada músculo se estremece, la sangre hierve por las venas, el ardor corre por la piel hacia el placer más extremo.

Finas gotas corren por el cuerpo y un aroma de puro deseo que podría opacar el suave olor de la brisa, envuelve mi cerebro en exquisitos recuerdos. 

Sedienta del pecado más sublime y placentero. 

Sedienta de eso, sedienta de aquel que una vez se fusionó conmigo...